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Mercurio, zinc, cadmio, niquel : una pila de problemas


  En: Noticias CEAMSE. -- Año 1, no. 6 ((Ago.-Sep. 1994), 0). --
Buenos Aires :

CEAMSE

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  En este artículo, se señala que el mayor número de artefactos que funcionan a batería y la creciente preocupación por el contenido de elementos peligrosos generó una incipiente polémica sobre qué hacer con las pilas. Para las industrias, sus productos no generan contaminación. En cambio, algunas organizaciones ecologistas promovieron campañas de recolección diferenciadas para evitar el impacto ambiental que podrían provocar al ser tratadas y enterradas junto con la basura doméstica. La principal incógnita medioambiental de este fenómeno es cómo deshacerse de ellos. Al descomponerse la capa protectora que las recubre, se liberan los metales pesados que contienen, como el mercurio, zinc, cadmio o níquel y (en caso de ser tratadas sin las prevenciones necesarias) por infiltración pueden contaminar las napas subterráneas de agua. Las pilas alcalinas (de larga duración) que se venden en la Argentina tienen 0,025 prociento de mercurio. Las pilas comunes -de carbón, zinc- tienen 0,055 porciento de ese metal en su peso. Sin embargo, el resto de las pilas, las botón o micropilas y las de usos especiales, continúan teniendo altos niveles de mercurio y otros elementos peligrosos. El mercurio siempre es tóxico para el sistema nervioso. Para dar una magnitud de la peligrosidad de estos metales, investigadores de la Comunidad Económica Europea (CEE) señalaron que una micropila de mercurio puede llegar a contaminar 600 litros de agua; una de zinc-aire, 12 mil; una de óxido de plata, 14 mil; una pila común, 3000 litros. Lo preocupante es que un consumidor de agua contaminada con mercurio o cadmio puede estar ingiriéndola sin darse cuenta porque ninguno de
los dos metales le conceden ni color ni sabor al líquido. Pero esa ingesta continua de mercurio y cadmio pueden producir graves enfermedades en el ser humano. Según técnicos del CEAMSE, sólo si se concentran en grandes cantidades las pilas deberían ir a un relleno de seguridad. La contaminación se produce en los 70 basurales ilegales que existen en el área metropolitana, "donde las pilas son arrojadas sin ningún tipo de prevención", pero no así en los rellenos sanitarios habilitados correctamente. "Estos centros de disposición final tienen una impermeabilización natural, por tratarse de suelos arcillosos, o son impermeabilizados con membrana sintética que impide la contaminación de los acuíferos...". La Ley 24.051 establece que los residuos peligrosos -como el mercurio- , no pueden depositarse en rellenos comunes. Los fabricantes eluden su responsabilidad en el tema, porque están produciendo residuos peligrosos y no los tratan como tales. Como conclusión, también señala que "como materia prima la pila tiene una utilidad, y como residuo es un problema, por lo que hay que ocuparse de su destino final". Como cada fabricante no puede contar con un relleno de seguridad propio para poner las pilas que el público ya usó, debe surgir una propuesta -pública o privada-, para crear una planta de tratamiento integral para este tipo de residuos. Se incluyen las siguientes notas: Consejos Canadienses, -Experiencia de la CNEA.

  1. 
RESIDUOS TOXICOS
; 2. 
CONTAMINACION QUIMICA

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Carabajal, Mariana
Mercurio, zinc, cadmio, niquel : una pila de problemas
En: Noticias CEAMSE. -- Año 1, no. 6 ((Ago.-Sep. 1994), 0). -- Buenos Aires : CEAMSE, (Ago.-Set.1994)

En este artículo, se señala que el mayor número de artefactos que funcionan a batería y la creciente preocupación por el contenido de elementos peligrosos generó una incipiente polémica sobre qué hacer con las pilas. Para las industrias, sus productos no generan contaminación. En cambio, algunas organizaciones ecologistas promovieron campañas de recolección diferenciadas para evitar el impacto ambiental que podrían provocar al ser tratadas y enterradas junto con la basura doméstica. La principal incógnita medioambiental de este fenómeno es cómo deshacerse de ellos. Al descomponerse la capa protectora que las recubre, se liberan los metales pesados que contienen, como el mercurio, zinc, cadmio o níquel y (en caso de ser tratadas sin las prevenciones necesarias) por infiltración pueden contaminar las napas subterráneas de agua. Las pilas alcalinas (de larga duración) que se venden en la Argentina tienen 0,025 prociento de mercurio. Las pilas comunes -de carbón, zinc- tienen 0,055 porciento de ese metal en su peso. Sin embargo, el resto de las pilas, las botón o micropilas y las de usos especiales, continúan teniendo altos niveles de mercurio y otros elementos peligrosos. El mercurio siempre es tóxico para el sistema nervioso. Para dar una magnitud de la peligrosidad de estos metales, investigadores de la Comunidad Económica Europea (CEE) señalaron que una micropila de mercurio puede llegar a contaminar 600 litros de agua; una de zinc-aire, 12 mil; una de óxido de plata, 14 mil; una pila común, 3000 litros. Lo preocupante es que un consumidor de agua contaminada con mercurio o cadmio puede estar ingiriéndola sin darse cuenta porque ninguno de
los dos metales le conceden ni color ni sabor al líquido. Pero esa ingesta continua de mercurio y cadmio pueden producir graves enfermedades en el ser humano. Según técnicos del CEAMSE, sólo si se concentran en grandes cantidades las pilas deberían ir a un relleno de seguridad. La contaminación se produce en los 70 basurales ilegales que existen en el área metropolitana, "donde las pilas son arrojadas sin ningún tipo de prevención", pero no así en los rellenos sanitarios habilitados correctamente. "Estos centros de disposición final tienen una impermeabilización natural, por tratarse de suelos arcillosos, o son impermeabilizados con membrana sintética que impide la contaminación de los acuíferos...". La Ley 24.051 establece que los residuos peligrosos -como el mercurio- , no pueden depositarse en rellenos comunes. Los fabricantes eluden su responsabilidad en el tema, porque están produciendo residuos peligrosos y no los tratan como tales. Como conclusión, también señala que "como materia prima la pila tiene una utilidad, y como residuo es un problema, por lo que hay que ocuparse de su destino final". Como cada fabricante no puede contar con un relleno de seguridad propio para poner las pilas que el público ya usó, debe surgir una propuesta -pública o privada-, para crear una planta de tratamiento integral para este tipo de residuos. Se incluyen las siguientes notas: Consejos Canadienses, -Experiencia de la CNEA.

1. RESIDUOS TOXICOS; 2. CONTAMINACION QUIMICA
Solicitante: