La preservación ambiental ¿moda o motivo serio de preocupación?
En: Revista Argentina del Régimen de la Administración Pública. -- Año 17, no. 196 ((Ene. 1995), 0). --
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(Ene. 1995)
En este artículo se señala que, en los últimos tiempos, los temas relacionados con el medio ambiente, sus deterioros y su preservación, han cobrado un significativo protagonismo. Algunos problemas ambientales, por su fácil percepción, tienen la fuerza suficiente para generar nuestra inquietud y señalarnos que algo malo está pasando, como la polución del aire en las grandes urbes o las aguas contaminadas. Pero no todos los problemas resultan tan evidentes, en la atmósfera están ocurriendo hechos inquietantes casi sin que nos demos cuenta. El aumento de los gases que producen el "efecto invernadero" permite augurar cambios climáticos de consecuencias aún no totalmente precisas; la capa de ozono, la lluvia ácida. También la flora y la fauna están sufriendo los deterioros producidos por la acción humana. A partir de la década del '50 la tierra registra un crecimiento demográfico impresionante. Todos estos datos tienen la elocuencia suficiente como para indicarnos la gravedad que reviste la problemática ambiental. Durante mucho tiempo se pensó que la naturaleza siempre tenía capacidad para mantener o restablecer su equilibrio frente a la acción humana. Hoy resulta evidente que el hombre está destruyendo esa capacidad. Frente a los deterioros que sufrían los distintos componentes del medio ambiente, los países fueron dictando a lo largo del tiempo y de acuerdo a sus problemas particulares, normas de protección. Pero al requerirse un accionar conjunto, en 1972 se celebra en Estocolmo la primera "Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente", y en Río de Janeiro se realiza una nueva conferencia conocida como "ECO '92". El autor plantea que una política
ambiental sensata debe fundarse en la observancia de dos premisas fundamentales, el gradualismo y el concenso. La generación de respuestas eficaces para enfrentar los problemas de nuestro medio ambiente, requiere la existencia de una verdadera conciencia de los peligros que se ciernen amenazantes, conciencia ambiental que debe ser patrimonio de gobernantes y gobernados. Va a ser la actitud de cada uno de nosotros la que salvará nuestro futuro.
ISBN: 1666-4108
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