Lima, crisis, plan y otros cuentos
En: Medio Ambiente y Urbanización. -- Año 10, no. 43-44 ((Jun-Set 1993), 0). --
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(Jun.-Set. 1993)
En este trabajo, el autor señala que la Lima de hoy ha hecho crisis. Crisis urbana, además de económica. La crisis urbana aloja una economía oculta. Guarda y procesa una enorme transformación de rentas e inversiones espontáneas, recompone las viejas categorías sociales y encuentra así mecanismos de subsistencia y capitalización. Lima es una metrópoli abrupta al haber crecido 10 veces en 40 años. Y precaria, al haberlo hecho sin infraestructura. El marco institucional municipal es débil y su planeamiento ha sido un proceso de legitimación de hechos consumados, un inventario tardío. Lima que era monocéntrica, se ha vuelto una ciudad más bien descentrada. Su centro subsiste pero sobrecargado y en una dinámica erosiva que le degrada. Que expulsa de él actividades y sectores sociales. Pero, por la centralidad histórica, el centro viejo juega múltiples papeles. Principalmente, ofrece una diversidad de bienes y servicios. El Plan del Centro de Lima (1988-1989) revela que se trata en realidad de un puerto de intercambio del transporte público, de un foco de subempleo, de una estructura de relaciones informales, un oasis de ilegalidad. Además, ofrece diversión, y es usado como un enorme parque de cemento. Lo clásicamente central ya no está allí. Ni hoteles caros, ni aerolíneas, ni restaurantes finos, ni cafés ni galerías de arte, ni la actividad cultural del teatro y los espectáculos. Se vende baratijas, contrabando y muchos bienes básicos. En la conclusión se plantea que lo grave de las crisis urbanas es que no necesariamente tocan fondo. Lima Metropolitana sólo puede regenerar su cambio de vida con cambios sustantivos que, salvo la ira acumulativa
de su habitante con ella, hoy nada anticipa. Pese a sus inmensas energías internas. Concordar su dinámica espontánea y marginal con la direccionalidad de su autoridad y un proyecto urbanístico, aún fragmentario e iluso, sería la respuesta; pues nada anticipa tampoco que la ciudad dejada a su suerte se resuelve como otra cosa que una acumulación desarticulada.
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