Descentralizaçao e governo metropolitano
En: RAM, Revista de Administraçao Municipal. -- Año 41, no. 210 ((Ene.-Mar. 1994), 0). --
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(Ene.-Mar. 1994)
Este trabajo tiene por objetivo exponer sobre descentralización y gobierno metropolitano. El mismo fue presentado en la Conferencia Mundial sobre Gobierno Metropolitano realizada en Tokio del 20 al 23 de 1993, con el patrocinio de las Naciones Unidas y del Gobierno Metropolitano de Tokio. Señala que la descentralización debe ser considerada bajo dos aspectos: político y administrativo. La descentralización política implica autonomía política, es decir poder para elegir a sus propios gobernantes, dictar sus propias leyes, imponer sus propios tributos y organizar su propia administración. La descentralización administrativa significa desconcentración, o sea, un cierto grado de autonomía administrativa concedido a una agencia gubernamental por el gobierno de la cual esa agencia forma parte. El control de las agencias desconcentradas es, por lo tanto, usualmente mucho mayor que el control de las instituciones políticamente autónomas. Ambas formas pueden funcionar con eficiencia en las instituciones metropolitanas, dependiendo de su estructura organizacional, del sistema de relaciones intergubernamentales implementado, de la adecuación y regularidad de sus recursos financieros, del proceso de democratización y de la participación popular implementada. Las entidades metropolitanas se basan en algunos casos en la descentralización política y en otros en la desconcentración, o bien combinando ambas formas. Son muchas las soluciones institucionales implementadas por las regiones metropolitanas en todo el mundo, desde las informales hasta las que significan mecanismos gubernamentales más complejos. Se analizan los mismos y se brinda un panorama del
estado actual de las descentralizaciones; los obstáculos de las mismas; los problemas asociados a la estructura metropolitana que requieren modelos descentralizados; las dimensiones específicas de la descentralización; las relaciones intergubernamentales y el proceso democrático y la participación popular en las administraciones metropolitanas a nivel mundial. Concluye señalando que tanto el éxito como el fracaso del gobierno metropolitano, como lo demuestra la experiencia de muchos casos, dependen considerablemente del grado de descentralización concedido a las autoridades metropolitanas; el mismo debe alcanzar los aspectos: político, administrativo y financiero. Incluye referencias bibliográficas.
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