El artículo tiene por objetivo llamar la atención sobre las crecientes críticas que se han expresado sobre la aplicación de los modelos tradicionales de evaluación. Ante la aguda crisis social que vive la región caracterizada por el alto porcentaje de su población que vive en la pobreza y pobreza extrema; y dadas las circunstancias señaladas, una parte muy significativa de la población reclama la realización de proyectos sociales ejerciendo una intensa demanda social. Por lo que el Estado ha debido enfrentar esta amplia demanda de servicios sociales con recursos muy limitados. Estando obligado a realizar un mayor y más importante número de programas y de acciones con menos recursos y, por lo tanto, está interesado en la eficiencia e impacto de su gasto social. Como consecuencia, a partir de un examen de las características de las políticas y programas sociales y de la forma de implementarlos se propone un nuevo enfoque de evaluación y se sugieren formas organizacionales de llevar a cabo este tipo de investigaciones en el sector público. Asímismo se argumenta que las especificidades de los programas sociales y las características centrales de sus procesos de implementación obligan a introducir modificaciones importantes a los diseños tradicionales de evaluación. Destaca además, que la mayoría de las políticas y programas sociales no reciben ninguna evaluación y en los casos en que ésta se ha aplicado se ha llevado a efecto de una manera que no satisface plenamente los requisitos de una investigación profesional. En los trabajos no se ha puesto el énfasis en los resultados e impactos de los programas sino en la carga de trabajo y en el número
de actividades realizadas. Señala que salvo en casos muy excepcionales, no ha existido relación alguna entre los resultados de las evaluaciones realizadas y los procesos de gestión de los programas respectivos. En otras palabras, esos resultados no produjeron ningún efecto en el manejo de los programas. Es importante mencionar que uno de los principales indicadores de la preocupación que existe es la aparición de varios trabajos y documentos preparados por autores latinoamericanos, que sistematizan las técnicas de evaluación y elaboran críticamente algunos de los principales enfoques. Sin embargo, su característica central es realizar una presentación fundamentalmente metodológica o epistemológica y una aplicación de las varias maneras posibles de hacer evaluaciones, planteadas sin relación a los contenidos sustantivos de los programas ni a la forma de implementarlos. Se ha hecho una labor de sistematización de enfoques y técnicas disponibles de alta calidad y se ha realizado una contribución de valor al desarrollo de esta actividad en la región, pero desafortunadamente, esas presentaciones no plantean una discusión sobre la validez y utilidad práctica de los distintos enfoques de evaluación similar a la que se ha estado dando entre los expertos de los países avanzados en esta materia. Incluye 22 notas a pié de página.
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Sulbrandt, José
La evaluación de los programas sociales : una perspectiva crítica de los modelos usuales
En: Pobreza : un tema impostergable; nuevas respuestas a nivel mundial. -- Caracas : Fondo de Cultura Económica; CLAD; PNUD, 1993
El artículo tiene por objetivo llamar la atención sobre las crecientes críticas que se han expresado sobre la aplicación de los modelos tradicionales de evaluación. Ante la aguda crisis social que vive la región caracterizada por el alto porcentaje de su población que vive en la pobreza y pobreza extrema; y dadas las circunstancias señaladas, una parte muy significativa de la población reclama la realización de proyectos sociales ejerciendo una intensa demanda social. Por lo que el Estado ha debido enfrentar esta amplia demanda de servicios sociales con recursos muy limitados. Estando obligado a realizar un mayor y más importante número de programas y de acciones con menos recursos y, por lo tanto, está interesado en la eficiencia e impacto de su gasto social. Como consecuencia, a partir de un examen de las características de las políticas y programas sociales y de la forma de implementarlos se propone un nuevo enfoque de evaluación y se sugieren formas organizacionales de llevar a cabo este tipo de investigaciones en el sector público. Asímismo se argumenta que las especificidades de los programas sociales y las características centrales de sus procesos de implementación obligan a introducir modificaciones importantes a los diseños tradicionales de evaluación. Destaca además, que la mayoría de las políticas y programas sociales no reciben ninguna evaluación y en los casos en que ésta se ha aplicado se ha llevado a efecto de una manera que no satisface plenamente los requisitos de una investigación profesional. En los trabajos no se ha puesto el énfasis en los resultados e impactos de los programas sino en la carga de trabajo y en el número
de actividades realizadas. Señala que salvo en casos muy excepcionales, no ha existido relación alguna entre los resultados de las evaluaciones realizadas y los procesos de gestión de los programas respectivos. En otras palabras, esos resultados no produjeron ningún efecto en el manejo de los programas. Es importante mencionar que uno de los principales indicadores de la preocupación que existe es la aparición de varios trabajos y documentos preparados por autores latinoamericanos, que sistematizan las técnicas de evaluación y elaboran críticamente algunos de los principales enfoques. Sin embargo, su característica central es realizar una presentación fundamentalmente metodológica o epistemológica y una aplicación de las varias maneras posibles de hacer evaluaciones, planteadas sin relación a los contenidos sustantivos de los programas ni a la forma de implementarlos. Se ha hecho una labor de sistematización de enfoques y técnicas disponibles de alta calidad y se ha realizado una contribución de valor al desarrollo de esta actividad en la región, pero desafortunadamente, esas presentaciones no plantean una discusión sobre la validez y utilidad práctica de los distintos enfoques de evaluación similar a la que se ha estado dando entre los expertos de los países avanzados en esta materia. Incluye 22 notas a pié de página.