Los hornos incineradores de basura del barrio de Flores
En: Boletín del Instituto Histórico. -- Año 7, no. 13 ((1989), 0). --
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1989
El autor trata la eliminación de las basuras en Buenos Aires desde el último tercio del siglo pasado, cuando ya se tornaba inaceptable en sectores muy próximos al casco urbano -Almagro, Paseos Alem y Colón, Plaza Lavalle- la presencia de los vaciaderos de basura que incluían, además de los residuos domiciliarios, los desechos de pequeñas factorías de los alrededores. Señala que para la destrucción de dicha basura se optó en primera instancia por su incineración en los grandes descampados de los suburbios: desde 1871 se practicaba la quema al aire libre en el sur de la ciudad sobre los bajos baldíos que daban a la actual Amancio Alcorta, a la altura de Zavaleta. Se construyó un pequeño ferrocarril, "el tren de la basura" desprendido de la línea troncal del F.C. Oeste para transportar la basura desde Almagro hasta la quema en un recorrido de 12 km (de ahí la curiosa traza curva de la actual calle Oruro); este ramal fue levantado en 1895 debido a los habituales accidentes. Después que la Comisión Especial, nombrada por el Intendente Adolfo J. Bullrich en 1899, recomendara la "incineración completa" como el método más eficaz, se instaló en 1900 un horno del tipo "Baker" en Palermo y otro del sistema "Horsfall" en Belgrano. En 1904 la citada comisión determinó que el primero de ellos, con algunas modificaciones era el más conveniente, se emplazó otro en terrenos donde funcionaba el Corralón Municipal de Flores (actuales Varela entre Remedios y Tandil) y en 1910 la comuna decidió la instalación de una "gran usina" de 72 hornos de ese tipo en la antigua quema de Nueva Pompeya; pero el paso del tiempo también los volvió obsoletos y el Municipio dec
idió encarar la actualización de sus instalaciones. En la segunda década del siglo la "recolección de basura" duplicó su volúmen como consecuencia del crecimiento constante de la población. Durante la primera intendencia de José Luis Cantilo (1919-1921) se inició la construcción de la Usina Incineradora de Chacarita que aventajaba a los sistemas anteriores, pero ella sola no bastaba, por ello se instaló otra en el bajo Flores; otra se levantaría más tarde en Nueva Pompeya sobre los mismos terrenos donde funcionara la "gran usina" equipada con hornos Baker. Durante la segunda mitad de la década del 60 el promedio anual de basuras domiciliarias recogidas por la Municipalidad en toda la Capital Federal superaba ampliamente las 420.000 toneladas, de las cuales 270.000 eran volcadas en el vaciadero del bañado, demostrando hasta qué punto resultaban ya obsoletas las Usinas Incineradoras de Buenos Aires (Chacarita, Flores y Nueva Pompeya). Las tres perduraron hasta los años 70 cuando fueron demolidas para dar paso a las Plantas Compactadoras de Residuos del CEAMSE, sociedad estatal integrada por la Comuna Metropolitana y la Provincia de Buenos Aires. Incluye ilustraciones y plano.
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