Retiro...una estación con duende
En: Boletín del Instituto Histórico. -- Año 3, no. 5 ((1981), 0). --
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1981
Señala el autor que el investigador Carlos Roberts afirma que la primera fundación ocurrió en las barrancas de El Retiro, basándose en las crónicas de Ruy Díaz de Guzmán: "a media legua hacia arriba de la boca norte del Riachuelo". Acerca de los orígenes del nombre se entremezclan diversas leyendas que el autor asocia: 1) la del soldado de Mendoza, Sebastián Gómez, quien cometiera el primer crimen en estas orillas "...al arrepentirse de sus faltas se retiró a las barrancas del norte de la población" y allí murió en olor de santidad (de ahí el nombre de Retiro), 2) la que proporciona Pillado al describir que "enfilando la actual calle Maipú, sobre la barranca, con vistas al Río de la Plata, existía una casa quinta que perteneció al gobernador de estas provincias Agustín de Robles, se la designaba El Retiro porque en sus inmediaciones existió "la ermita de San Sebastián... cuya cruz sirvió para señalar el límite del ejido de la ciudad". Afirma que sea cual fuere el origen, el nombre resistió a las centurias. La propiedad de Robles fue adquirida por Miguel de Riglos; cuando falleció el Administrador de su concurso suscribió el 1718 la escritura de venta de la quinta a favor de la Real Compañía Inglesa, dedicada al tráfico de esclavos hacia Buenos Aires, por eso el mercado de esclavos permaneció en El Retiro hasta que Inglaterra y España anularan dicho convenio, confiscándose la parcela que fuera de los ingleses. Recuerda que a principios del siglo XIX el Retiro recobra notoriedad a raiz de la construcción, en ese terreno, de una plaza de toros en reemplazo de la de Monserrat, desmantelada a fines del XVIII por las quejas de los vecinos; este
nuevo edificio sería recordado por la heroica defensa de los pobladores contra los ingleses en 1807; por eso y hasta 1823 se denominó al Retiro "Campo de la Gloria". Enumera los cuarteles que se sucedieron en lo alto de la barranca -entre ellos el de Granaderos hacia 1814- que desde 1823 comenzó a conocerse como Plaza de Marte; a fines del XIX se instaló en ella el Pabellón armado para representar a nuestro país en la Exposición Internacional de París de 1889 y usado en Buenos Aires para realizar diversas exposiciones. La vieja estación ferroviaria se construyó a principios de la década del 60. A principios del siglo XX la compañía del Ferrocarril Buenos Aires-Rosario construía su estación cabecera sobre la calle Maipú, actualmente Avda. José María Ramos Mejía: este edificio de madera y chapas de zinc se levantó en el espacio existente entre las actuales estaciones del FCGM y del FCGB. Describe luego los avatares de la nueva estación terminal del FC. Central Argentino, concebida como alarde de monumentalidad; iniciada en 1909 fue considerada por entonces la mayor construcción metálica de esos años; una vez inaugurada fue demolida la primitiva estación Retiro, a fines de 1915. Según el autor "Retiro también tiene su duende...duende ferroviario, pero duende al fin".
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