Este trabajo fue realizado con el objetivo de encontrar fundamentos teóricos y mecanismos institucionales facilitadores de la participación social. Se analiza la participación desde el punto de vista social de acuerdo al modelo sociológico de Germani. Los procesos participativos y las tipologías de participación se tratan como parte de un proceso de desarrollo con diferentes dimensiones según la naturaleza y alcance de la misma, presentando un cuadro con los diferentes modelos. En el plano nacional, los intentos de instrumentar formas de promoción social que tengan un efecto general sobre la población han dependido en general de la extensión de las políticas distributivas. La capacitación de los dirigentes es una de las herramientas para incentivar la participación en diferentes niveles; así como también el contar con instituciones adecuadas para encauzarla; la descentralización de decisiones y la creación de organismos intermedios. Entre los mecanismos para promoverla están las medidas legislativas, la reducción del ámbito público nacional a favor de una ampliación de la participación en el ámbito local y la instrumentación de los medios de comunicación que favorezcan la participación. En el plano local, pueden implementarse los mismos mecanismos. Asimismo, una mayor descentralización del poder central ayudará el avance de la participación social en los ámbitos rurales y urbanos. La problemática a nivel de las comunidades locales pueden localizarse en cuatro niveles: como instrumento del sistema administrativo, del sistema de planificación local, de los niveles intermedios de la administración local y de los miembros de la sociedad. Se
indican las condiciones para su funcionamiento: grado de democratización, tipo de servicios del aparato administrativo, eficacia de la administración, estructura adecuada, actuación de los consejos vecinales y medios de comunicación adecuados. Señala la imposibilidad de pensar en un proceso participativo sin existir antes un proceso de planificación. La participación de los habitantes en el planeamiento es un "derecho de control" que adopta diversas modalidades, incluso entre los países europeos. Se incluye un esquema de participación en el municipio a nivel de planeamiento. Se presentan las experiencias de Venezuela, Perú, Chile, Norteamérica, Italia y Francia. También se presentan algunos antecedentes de la Provincia de Buenos Aires, donde uno de los casos pioneros de participación local institucionalizada fue la de los Municipios de la Costa y General Pueyrredón. En la Capital Federal la participación vecinal institucionalizada se instrumentó con las Juntas Vecinales Creadas en 1969 y con los Consejos Vecinales a partir de 1973. Concluye señalando que las experiencias institucionales existentes en América Latina parecen indicar que uno de los principales obstáculos a la participación es la burocratización de los poderes locales.
Warning: First parameter must either be an object or the name of an existing class in /var/www/pergamoweb/pergamo/documento.php on line 192
Formulario para Solicitud de Material
Atención NO ES UNA RESERVA!
Es solo a los efectos de disponer de los datos del ejemplar para solicitarlo a biblioteca.
Tenga presente también que puede seleccionar favoritos
(los documentos que le interesen) durante su
sesión y obtener una lista de ellos.
Formulario para Solicitud de Material
Del Brutto, Bibiana
La participación como instrumento de planificación [Documento no convencional]. -- [s.l.] : s.e., [s.f.]
Este trabajo fue realizado con el objetivo de encontrar fundamentos teóricos y mecanismos institucionales facilitadores de la participación social. Se analiza la participación desde el punto de vista social de acuerdo al modelo sociológico de Germani. Los procesos participativos y las tipologías de participación se tratan como parte de un proceso de desarrollo con diferentes dimensiones según la naturaleza y alcance de la misma, presentando un cuadro con los diferentes modelos. En el plano nacional, los intentos de instrumentar formas de promoción social que tengan un efecto general sobre la población han dependido en general de la extensión de las políticas distributivas. La capacitación de los dirigentes es una de las herramientas para incentivar la participación en diferentes niveles; así como también el contar con instituciones adecuadas para encauzarla; la descentralización de decisiones y la creación de organismos intermedios. Entre los mecanismos para promoverla están las medidas legislativas, la reducción del ámbito público nacional a favor de una ampliación de la participación en el ámbito local y la instrumentación de los medios de comunicación que favorezcan la participación. En el plano local, pueden implementarse los mismos mecanismos. Asimismo, una mayor descentralización del poder central ayudará el avance de la participación social en los ámbitos rurales y urbanos. La problemática a nivel de las comunidades locales pueden localizarse en cuatro niveles: como instrumento del sistema administrativo, del sistema de planificación local, de los niveles intermedios de la administración local y de los miembros de la sociedad. Se
indican las condiciones para su funcionamiento: grado de democratización, tipo de servicios del aparato administrativo, eficacia de la administración, estructura adecuada, actuación de los consejos vecinales y medios de comunicación adecuados. Señala la imposibilidad de pensar en un proceso participativo sin existir antes un proceso de planificación. La participación de los habitantes en el planeamiento es un "derecho de control" que adopta diversas modalidades, incluso entre los países europeos. Se incluye un esquema de participación en el municipio a nivel de planeamiento. Se presentan las experiencias de Venezuela, Perú, Chile, Norteamérica, Italia y Francia. También se presentan algunos antecedentes de la Provincia de Buenos Aires, donde uno de los casos pioneros de participación local institucionalizada fue la de los Municipios de la Costa y General Pueyrredón. En la Capital Federal la participación vecinal institucionalizada se instrumentó con las Juntas Vecinales Creadas en 1969 y con los Consejos Vecinales a partir de 1973. Concluye señalando que las experiencias institucionales existentes en América Latina parecen indicar que uno de los principales obstáculos a la participación es la burocratización de los poderes locales.