Kriegger, Carlos L.
Los terceros
En: Historias de Buenos Aires. -- Año 2, no. 7 ((Dic. 1987), 0). -- Buenos Aires : Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Dic. 1987

El territorio que ocupa la ciudad de Buenos Aires estuvo surcado por arroyos y zanjones formados por el declive natural, capaces de anegar las zonas cercanas a ellos al producirse las grandes lluvias. Además de los conocidos -Maldonado, Medrano, Cildáñez, Vega y White- ahora entubados, se encontraban los Terceros: su estudio es el objetivo de este trabajo. Los más conocidos son los "de Manso", "del Medio" y "del Sur". El "de Manso", que en casi toda su extensión corría por la zona de quintas, fuera de la ciudad propiamente dicha, se originaba en una laguna cercana a la esquina de las actuales Corrientes y Paso -hoy Barrio de Balvanera- y atravesando el actual barrio Recoleta desembocaba en el Río de la Plata. El Tercero "del Medio" (del "Centro" o de "Matorras") se formaba en los alrededores de la actual Plaza Lavalle y enfilaba hacia el Río entre Paraguay y Córdoba, desembocando por Tres Sargentos conocido como zanjón de Matorras por el apellido del propietario de esos terrenos. El Tercero "del sur" se originaba cerca del viejo hospital Rawson y corría por San Telmo donde se conocía como "Primero" y uniéndose con el riacho que corría de oeste a este -"el Segundo"- cruzaba la actual Independencia para unirse con un tercer riacho conocido por varios nombres, entre ellos "Zanjón de Granados", y salía por la calle Chile a la altura del 300, para desembocar en el Río de la Plata por tres pequeños brazos. Sobre el zanjón de Granados fue construído por orden del Virrey Vértiz un puente para unir el norte con el sur de la ciudad en épocas de grandes lluvias; la fuerza de las aguas arrastraba todo cuanto hallaba a su paso, socavando muros y ahondan
do las calles donde dejaban lagunones y pantanos, difíciles de cruzar. Otra tentativa para impedir el estropeo de las calzadas fue el bando de 1783 tendiente a impedir la formación de huellones por el paso de carretas excesivamente pesadas, prohibiendo su entrada dentro del perímetro formado por las zanjas de Matorras y del Hospital (el Zanjón de Granados) y la Iglesia de Monserrat; los carretones debían pasar su carga a vehículos con ruedas más livianas. Todavía un siglo después estos problemas no habían llegado a solucionarse. A partir del plan de canalizaciones del Ing. Bateman, correspondientes a las obras de salubridad (aguas corrientes, desagües y cloacas) se aprovechó el Tercero "del Sur" como caño recolector: se lo revistió de mampostería, dándole una amplitud de casi 5 m de ancho por 3,50 m de alto, convirtiéndolo en una galería de arco; en 1920 el arqueólogo Félix Outes comprobó que el Tercero del Sur todavía existía y que podía recorrerse fácilmente. sin embargo, las obras de urbanización se habían dado a tal ritmo que hacia 1880 los "Terceros" habían pasado al olvido, excepto "el del Sur" que de vez en cuando hace sentir su presencia: en 1956 y 1960 pudieron observarse restos de la galería -a raíz de excavaciones para una construcción- en la cuadra de Chile al 300; en 1986 vuelve a reaparecer la galería subterránea con sus paredes revestidas de ladrillo, debajo de un viejo caserón de la calle Defensa al 700. Incluye ilustraciones.

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