Los condicionamientos políticos de la Administración Pública en los países de América Latina
En: Revista Argentina del Régimen de la Administración Pública. -- Año 7, no. 79 ((Abr. 1985), 0). --
Buenos Aires :
[s.n.]
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(Abr. 1985)
Este trabajo, presentado en el Coloquio Internacional de Perspectivas de la Administración Pública, Quebec, mayo de 1979, tiene por objetivo exponer sobre los factores de condicionamiento de la administración pública latinoamericana. Se trata su transformación desde los principios de siglo, siguiendo el curso de cambios económicos y sociales. La excesiva centralización de la autoridad política y de las decisiones administrativas tuvo como consecuencia una administración paternalista frente a las entidades regionales y locales. Sumado a ello existe una excesiva concentración administrativa, sobre todo en los niveles del Poder Ejecutivo, que paraliza y traba el funcionamiento de la Administración y la toma de decisiones, relegando inclusive a los Ministros a posiciones subalternas. Otras consecuencias del centralismo político fueron el debilitamiento progresivo de las instituciones administrativas municipales y del Poder Legislativo. Consecuentemente, esto se refleja en su función de control sobre la Administración, la que se convierte en un polo de atracción para los grupos de presión (sindicatos, grupos económicos o asociaciones). Asimismo, los partidos políticos asumieron roles preponderantes. La creciente intervención del Estado en el área económica y social provocó una expansión de la actividad administrativa y un sobredimensionamiento de la Administración Pública, dotada de un sistema altamente permisivo. Se produjo una distorsión de las políticas estatizantes al priorizar el desarrollo económico en detrimento del orden social o la protección del medio ambiente. La planificación sólo se constituyó en un buen ejercicio sin ninguna aplica
ción práctica, por no contar con un aparato administrativo capaz de asegurar su ejecución. El sistema político expuesto contribuyó al desarrollo de la corrupción administrativa, favorecida por la deficiencia de los países de control, el inmenso poder discrecional de los funcionarios; su excesivo centralismo; la inestabilidad de los funcionarios y los favores políticos. Concluye señalando que lo anteriormente expuesto remarca claramente la estrecha relación entre administración y política, con características que convienen del centralismo político, la debilidad del Poder Legislativo, la excesiva intervención reguladora del Estado, la preponderancia de los partidos políticos y la corrupción.
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