Os municípios e a participaçao : desafios e alternativas
En: RAM, Revista de Administraçao Municipal. -- Año 38, no. 198 ((Ene.-Mar. 1991), 0). --
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(Jan.-Mar. 1991)
El objetivo de este trabajo es inquirir sobre los alcances y los límites de la descentralización, considerando la necesidad de modificar la dinámica vigente de la organización del poder municipal en los niveles institucional, político y territorial. El autor señala que la descentralización representa no sólo una posibilidad de ordenamiento de la gestión de los servicios públicos, sino también una alternativa para que los propios usuarios sean agentes intervinientes en el proceso no sólo de fiscalización de los servicios, sino de definición de acciones, configurando principalmente la recuperación de la racionalidad de la participación local; que en la medida en que la descentralización representa una acción política y una posibilidad concreta de que los ciudadanos tengan mayor participación en la vida municipal, el desafío en este contexto de la transición política brasileña es establecer nuevas reglas de convivencia entre el Estado y el Municipio, donde la participación social pueda asumir un estimulante papel de refuerzo de la construcción de nuevas formas de representación, organización y cooperación en la gestión de la vida municipal; que el tema de la participación está directamente vinculado con los procesos de democratización política y con las dinámicas de gestión descentralizada; que, además, es necesario que de la sociedad civil surjan interlocutores colectivos -grupos comunitarios, movimientos sociales- que posibiliten una participación activa y representativa sin que el Estado exija ningún tipo de dependencia administrativa y financiera, rompiendo con los procedimientos autoritarios, populistas y clientelísticos. Destaca dos cond
iciones fundamentales para viabilizar la participación popular: organizaciones populares con presencia en el nivel local y el desempeño en cargos políticos del Municipio por individuos de partidos favorables a la misma; que la participación sectorial -para temas específicos- intenta incorporar la democracia de base junto a la representativa; que en la participación territorial -a través de la descentralización de las competencias- el mecanismo pasa por el aparato estatal que se descentraliza, dando competencia a ámbitos más circunscriptos, tan próximos a la base que pueden confundirse con las organizaciones locales. Afirma que uno de los mayores desafíos para la Administración es que los ciudadanos accedan a la información, como base capaz de garantizar una participación real, no sujeta a manipulación ni a interferencia del poder público, por lo tanto, la Administración debe garantizar al máximo el acceso a la información por parte de los usuarios, utilizando los recursos disponibles para ampliar su difusión. Señala que la participación esencialmente reside no sólo en que los ciudadanos opinen sino que participen activamente en la implementación y gestión de los servicios públicos que los beneficien. Describe los desafíos que implica la descentralización. Concluye expresando la necesidad de formular una "ingeniería institucional" que consiga simultáneamente garantizar la transferencia administrativa y la reducción de las desigualdades en el nivel de apropiación de los servicios, posibilitando formas diversificadas de participación ciudadana en proyectos innovadores que marquen principalmente la voluntad política de los que gobiernan las ciudades, de
convivencia permanente de una dialéctica de pluralismo y consenso, de confrontación y negociación.
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