Este artículo tiene por objetivo exponer sobre la evolución de la planificación y programación de las administraciones públicas hasta llegar a los planes estratégicos. Señala que algunas ciudades han elaborado planes estratégicos para el desarrollo de las actividades en su territorio, a fin de resolver los problemas más inmediatos de generación de actividades y empleo en una situación de crisis de transformación mundial y situar el territorio en mejor perspectiva para el futuro. Debido a los importantes cambios tecnológicos y económicos a nivel mundial, la evolución de las ciudades se ha hecho más rápida, tal que en una sola generación los ciudadanos padecen sus consecuencias. Es por esto que las propuestas tendientes a generar actividades tienen un efecto muy importante cuando proporcionan nuevos puestos de trabajo. Es fundamental la participación del ciudadano en la decisión sobre el funcionamiento de la ciudad. Esta, como todo elemento vivo, está sometida a un ciclo de vida de largo variable ligado a factores económicos y sociales cuya combinación en las etapas de crecimiento o madurez puede provocar situaciones de crisis que deben ser aprovechadas para un nuevo reinicio. En el proceso de evolución de las ciudades, la participación de la administración local ha tomado diversos grados de protagonismo. De todas maneras su papel queda subordinado al comportamiento del Estado central, y en general dedicando su principal atención a los aspectos referidos a la infraestructura urbana y la gestión del territorio, incluyendo los servicios. Uno de los elementos en los que se basa la política municipal es la elaboración y ejecución de programas
que definen la estratégia a poner en marcha. El concepto de planificación desde los años sesenta a la fecha ha variado en forma sustancial, desde una concepción típicamente tecnocrática a una programación por suma de propuestas de realización de actividades puntuales, ligadas a la determinación de las necesidades específicas de cada sector. El equilibrio alcanzado en el campo de la programación de recursos y actividades permite extraer las siguientes conclusiones: 1) necesidad de un sistema de información estadístico; 2) necesidad de determinación de los niveles de satisfacción y demanda del ciudadano; 3) utilidad de la profundización de la participación ciudadana y 4) conveniencia de la planificación a mediano plazo. Cabe recordar que el futuro de las ciudades no es un problema exclusivo de la administración sino que afecta a la población y a los agentes sociales y económicos que actúan en ella; por eso se hace preciso elaborar una estrategia por medio de la participación de la administración y la sociedad civil que la sitúe en posición competitiva frente al reto que representa el futuro. Las características de un plan estratégico son: a) que afecta a toda la ciudad; b) parte de los recursos actuales; c) selecciona los objetivos críticos; d) tiene en cuenta el entorno; e) analiza la disponibilidad de recursos; f) exige participación activa a todos los agentes sociales; h) afecta todo tipo de actividades. Los beneficios que reporta el plan tienen una consecuencia política evidente para los gobernantes. Incluye 2 gráficos.
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Forn i de Foxa, Manuel de
Evolución de la planificación y programación de las administraciones públicas : los planes estratégicos
En: CEUMT, la Revista Municipal. -- no. 108 ((1989), 0). -- Barcelona : Centro de Estudios Urbanísticos Municipales y Territoriales, 1989
Este artículo tiene por objetivo exponer sobre la evolución de la planificación y programación de las administraciones públicas hasta llegar a los planes estratégicos. Señala que algunas ciudades han elaborado planes estratégicos para el desarrollo de las actividades en su territorio, a fin de resolver los problemas más inmediatos de generación de actividades y empleo en una situación de crisis de transformación mundial y situar el territorio en mejor perspectiva para el futuro. Debido a los importantes cambios tecnológicos y económicos a nivel mundial, la evolución de las ciudades se ha hecho más rápida, tal que en una sola generación los ciudadanos padecen sus consecuencias. Es por esto que las propuestas tendientes a generar actividades tienen un efecto muy importante cuando proporcionan nuevos puestos de trabajo. Es fundamental la participación del ciudadano en la decisión sobre el funcionamiento de la ciudad. Esta, como todo elemento vivo, está sometida a un ciclo de vida de largo variable ligado a factores económicos y sociales cuya combinación en las etapas de crecimiento o madurez puede provocar situaciones de crisis que deben ser aprovechadas para un nuevo reinicio. En el proceso de evolución de las ciudades, la participación de la administración local ha tomado diversos grados de protagonismo. De todas maneras su papel queda subordinado al comportamiento del Estado central, y en general dedicando su principal atención a los aspectos referidos a la infraestructura urbana y la gestión del territorio, incluyendo los servicios. Uno de los elementos en los que se basa la política municipal es la elaboración y ejecución de programas
que definen la estratégia a poner en marcha. El concepto de planificación desde los años sesenta a la fecha ha variado en forma sustancial, desde una concepción típicamente tecnocrática a una programación por suma de propuestas de realización de actividades puntuales, ligadas a la determinación de las necesidades específicas de cada sector. El equilibrio alcanzado en el campo de la programación de recursos y actividades permite extraer las siguientes conclusiones: 1) necesidad de un sistema de información estadístico; 2) necesidad de determinación de los niveles de satisfacción y demanda del ciudadano; 3) utilidad de la profundización de la participación ciudadana y 4) conveniencia de la planificación a mediano plazo. Cabe recordar que el futuro de las ciudades no es un problema exclusivo de la administración sino que afecta a la población y a los agentes sociales y económicos que actúan en ella; por eso se hace preciso elaborar una estrategia por medio de la participación de la administración y la sociedad civil que la sitúe en posición competitiva frente al reto que representa el futuro. Las características de un plan estratégico son: a) que afecta a toda la ciudad; b) parte de los recursos actuales; c) selecciona los objetivos críticos; d) tiene en cuenta el entorno; e) analiza la disponibilidad de recursos; f) exige participación activa a todos los agentes sociales; h) afecta todo tipo de actividades. Los beneficios que reporta el plan tienen una consecuencia política evidente para los gobernantes. Incluye 2 gráficos.